Hola,
Este es un excelente artículo que he encontrado sobre Tratamientos Cosmeticorexia: qué es y por qué los expertos aseguran que es mejor quedarse corto que pasarse a la hora de tratar tu piel
Aquí lo tenéis y espero que os guste:
Afortunadamente, hoy en día existen tratamientos que ponen solución a casi todas las problemáticas cutáneas que surgen en un contexto y ambiente cada vez más complicado. Tras la pandemia, hemos cambiado mucho la forma en la que nos vemos físicamente; preocupándonos por nuestro aspecto y por encontrar aquellos pasos y productos que nos ayuden a poder presumir de una dermis lisa y sin imperfecciones.
Los expertos hace tiempo que insisten en la importancia de mimar a nuestro rostro como se merece. Sin embargo, más no es siempre más. Y si nuestro cuerpo es capaz de notar los excesos, nuestra dermis también percibe los excesos cosméticos, dando lugar a un nombre que resuena cada vez más en las consultas: la cosmeticorexia.
¿Qué es la cosmeticorexia?
Puede que lo hayas escuchado, o puede que no; pero lo que está claro es que es la preocupación (beauty) del 2023. La cosmeticorexia se define como la compra compulsiva de productos cosméticos y la adicción a los activos antienvejecimiento, dando como resultado una piel saturada y perezosa que muestra diferentes síntomas. «Desde una mayor irritación, aparición o empeoramiento de patologías previas (dermatitis o exceso de grasa) hasta opacidad o falta de brillo», nos explica la Dra. Carmen Pérez Sevilla.
Sin embargo, una de las señales más comunes en la que coinciden todos los expertos es en la aparición del acné cosmético. Es decir en «un brote de acné provocado por la utilización de un exceso de productos que acaban ocluyendo los poros e irritando la piel», añade la Dra. Natalia Jiménez, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén La Moraleja y colaboradora de Bioderma.
¿Por qué ocurre esto? Generalmente, porque se aplican demasiados productos y sin un orden lógico. Al fin y al cabo, no todos los tratamientos son aptos para todo tipo de pieles, ni todas los principios activos actúan en todos los tipos de dermis.
Miedo a envejecer: la principal causa
Nuestro contexto se ha vuelto más exigente con la edad y con los signos del envejecimiento, presionándonos a querer sacar la mejor versión de nosotros mismos. Según expone la Dra. Carmen Pérez Sevilla, «queremos vernos mejor por más tiempo y eso también tiene sentido, porque en ocasiones nuestra imagen no refleja exactamente lo que somos. Por ejemplo, si hay una persona que, por genética, tenga unos marcados surcos en el entrecejo que le hacen parecer incluso enfadada de forma permanente, es normal que quiera eliminar eso que no se corresponde con su yo real». Conclusión: quererse bien está bien.
El problema comienza cuando esto se convierte en una obsesión que viene infundada por diversos factores, como «la exaltación de la juventud, la sobrevaloración de la belleza, la imposición de ciertos cánones de belleza y las falsas expectativas que se difunden a través de las redes sociales y los medios de comunicación… Hoy en día, todo tiene mucho que ver«, opina la colaboradora de Bioderma. Sin embargo, la solución no está en una mayor cantidad de cosméticos, sino en « aceptar que envejecer es un proceso fisiológico», concluye Marta Ortega, fundadora de la marca de dermocosmética MLAB.
Ideas erróneas y casos de dismorfia
Otro de los puntos en los que coinciden todos los expertos es en la ausencia de información que tanto hombres como mujeres tienen a la hora de usar determinados activos antiedad. Tal y como detalla, la Dra. Alicia Barreiro, dermatóloga especialista en dermatología médico-quirúrgica y venereología «las redes sociales nos permiten difundir todo tipo de información, y muchas veces se genera confusión en los pacientes que buscan mejorar la salud de su piel buscando información y solución rápida a su alcance».
Y ya no solo eso, sino que, a consecuencia de esa frustración por usar los productos de moda equivocados, en las consultas «también encontramos casos de dismorfofobia. Es decir, gente que no está satisfecha con su imagen sin causa objetiva, pacientes demasiado críticos con su aspecto a pesar de no tener ningún defecto o punto de mejora y de tener rasgos completamente armónicos», especifica la dermatóloga de Diagnosis Dermatológica.
¿Cómo se trata la cosmeticorexia?
El procedimiento dependerá de la gravedad de la situación. Los casos más leves solo necesitarán el asesoramiento de profesionales del campo dérmico, «bien sea medicina estética, dermatología, o farmacéutico especializado en cosmetología. Se hace un diagnóstico de la situación de esa piel, así como de sus características concretas y, a partir de ahí, se escoge la rutina de belleza correcta tanto para ese momento como posteriormente, con seguimiento de su evolución», nos explica la Dra. Carmen Pérez Sevilla. Sin embargo, en el caso de los pacientes más graves, «necesitarán ayuda psicológica, ya que no son conscientes de cómo han llegado a este punto», advierte la Dra. Cristina García Millán, colaboradora de Bioderma.